Chão Urbano

ANO X – N° 3  MAIO / JUNHO 2011

Editor

Mauro Kleiman

Publicação On-line

Bimestral

Comitê Editorial

• Mauro Kleiman (Prof. Dr. IPPUR UFRJ)

• Márcia Oliveira Kauffmann Leivas (Doutoranda em Planejamento Urbano e Regional)

• Maria Alice Chaves Nunes Costa (Dra. em Planejamento Urbano e Regional)

• Viviani de Moraes Freitas Ribeiro (Dra. Planejamento Urbano e Regional IPPUR/UFRJ)

• Luciene Pimentel da Silva (Profa. Dra. – UERJ)

• Hermes Magalhães Tavares (Prof. Dr. IPPUR UFRJ)

• Hugo Pinto (Doutorando em Governação, Conhecimento e Inovação, Universidade de Coimbra – Portugal)

IPPUR / UFRJ

Apoio CNPq

LABORATÓRIO REDES URBANAS

LABORATÓRIO DAS REGIÕES METROPOLITANAS

Coordenador Mauro Kleiman

Equipe

Aline Alves Barbosa da Silva, Priscylla Conceição Guerreiro dos Santos, Juliana R. Amaral,

Carolina Thibau Teixeira Araujo

Pesquisadores associados

Audrey Seon, Humberto Ferreira da Silva, Márcia Oliveira Kauffmann Leivas, Maria Alice Chaves Nunes Costa, Viviani de Moraes Freitas Ribeiro, Vinícius Fernandes da Silva

Artigos

Editorial

Regeneração Urbana: Conhecimento e Criatividade para a Nova Cidade

Hugo Pinto

El Papel de las Universidades en las Estrategias de  Regeneración Urbana: Una Reconsideración del Marco Conceptual

Manuel Fernández-Esquinas

A Segunda Regeneração da Baia de Cardiff?: Uma Estratégia Cultural baseada na BBC Drama Village

Julie Porter

Editorial

Regeneração Urbana: Conhecimento e Criatividade para a Nova Cidade

A cidade no mundo contemporâneo sofre mudanças rápidas, acentuadas pelo papel cada vez mais importante que o conhecimento científico e a criatividade têm na dinâmica econômica dos territórios. Neste quadro de permanente metamorfose, a cidade tem que se reinventar incorporando novas capacidades que sustentem a possibilidade de inovar.

O presente número do Chão Urbano discute dois lados da mesma moeda para a possibilidade da cidade se capacitar com base em conhecimento e criatividade, por um lado, o papel da universidade e por outro o contributo das indústrias criativas para a regeneração urbana. O número reúne artigos de investigadores europeus, na tentativa de alargar o âmbito de análise do Chão Urbano, beneficiando das ideias e experiências de outros países, neste caso de Espanha e do Reino Unido. 

O artigo “El Papel de las Universidades en las Estrategias de Regeneración Urbana: Una Reconsideración del Marco Conceptual”, da autoria de Manuel Fernández-Esquinas, investigador do Instituto de Estudos Sociais Avançados do Conselho Superior de Investigações Científicas em Córdoba, estrutura um quadro teórico sobre o papel que as instituições de ensino superior  podem assumir em iniciativas de regeneração da sua envolvente urbana. As capacidades múltiplas das universidades podem ser um activo valioso do desenvolvimento urbano mas que originam implicações importantes para a institucionalização de práticas da governação neste âmbito.

O texto seguinte, “A Segunda Regeneração da Baia de Cardiff?: Uma Estratégia Cultural baseada na BBC Drama Village” de Julie Porter, investigadora do Centro de Estudos Sociais Avançados da Cardiff University, apresenta um caso recente de regeneração urbana baseada em industrias criativas na Baía de Cardiff, na capital do País de Gales no Reino Unido. A baía foi submetida a uma ampla intervenção nos anos oitenta para converter essa antiga zona das docas em espaços comerciais e residenciais. A revitalização actual estrutura-se em torno da implantação de uma cidade cinematográfica na antiga zona industrial. O artigo fornece uma visão geral desta regeneração e dos efeitos que terá a implementação de um lugar criativo sobre as comunidades envolventes.

Estas contribuições destacam um novo leque de oportunidades que as políticas urbanas têm na construção da nova cidade. Oportunidades que serão melhor concretizadas caso decorrem no seguimento de estratégias participadas e definidas com base em recursos de conhecimento e criatividade que se localizem, possam ser atraídos e retidos no território e dos quais a cidade pode efectivamente beneficiar. 

Hugo Pinto

06 de Maio de 2011

El Papel de las Universidades en las Estrategias de  Regeneración Urbana: Una Reconsideración del Marco Conceptual

 Manuel Fernández-Esquinas

Resumen

Este artículo ofrece un marco conceptual sobre el rol que juegan las organizaciones de educación superior en las iniciativas de regeneración de entornos urbanos. Para ello se realiza un análisis integrado de los usos de la universidad tanto en su vertiente de promoción de la innovación empresarial como en su vertiente cívica y social. Ello se combina con las dimensiones consideradas habitualmente en las estrategias de regeneración urbana. El desarrollo del artículo considera los efectos que pueden tener los recursos disponibles las universidades en cuatro dimensiones: infraestructuras físicas, recursos humanos, gobernanza e intervención social y desarrollo económico. Las conclusiones discuten las posibilidades de integrar las capacidades de las universidades como un activo del desarrollo urbano y ofrecen implicaciones para la institucionalización de prácticas y la toma de decisiones en este ámbito.     

1. Introducción

La intervención de la universidad en los asuntos urbanos tiene ya una historia dilatada. La transformación que han sufrido tanto las ciudades como las universidades a lo largo del siglo XX se ha desarrollando de manera paralela y, en ciertos aspectos, los cambios de una y otra han estado fuertemente interrelacionados (O hara 2010). Las organizaciones de educación superior tienen una presencia significativa en las áreas urbanas, tanto en el sentido físico de la palabra como en el político y social. En muchas ciudades son reconocidas como catalizadores relevantes de transformaciones sociales en entornos caracterizados por la deprivación social o el estancamiento económico.  Del mismo modo, frecuentemente representan una importante influencia en las agendas políticas a nivel local y regional a la hora de decidir estrategias de dinamización urbana.

La literatura especializada, y paralelamente la práctica pública, se puede dividir en dos grandes corrientes que representan las dos visiones de la “tercera misión”[1] de la universidad en asuntos urbanos. En primer lugar, la participación directa de la universidad en los problemas sociales del entorno más inmediato, con una especial atención a la mejora de las condiciones sociales de vida y a las actividades que resultan en un reforzamiento de capacidades de acción colectiva de la comunidad (Dinamond, 1999). Los temas prioritarios en esta corriente son la erradicación de la pobreza y la promoción de la salud y la educación. En segundo lugar, la otra corriente relevante concibe a la universidad como una fuerza de desarrollo económico, principalmente a través de la innovación empresarial. Los temas relevantes aquí incluyen la transferencia de tecnología, la promoción del “emprendimiento” o creación de empresas, y la aglomeración de empresas con capacidades de innovación en contextos locales (Clark, 1988).

No obstante, la atención de la investigación y las políticas públicas desde los años 1980 se ha inclinado principalmente hacia el desarrollo económico y hacia contextos regionales y nacionales. La misión social y el contexto local han estado bastante ausentes en este campo de estudio. Con el surgimiento de la llamada “universidad emprendedora” esta organización ha sido entendida principalmente como un motor que ayuda a conducir a regiones y países a la economía del conocimiento. La equidad económica y la gobernanza suelen ser considerados implícitamente sólo como efectos indirectos. Aunque la corriente de intervención social de la universidad  tiene una tradición mucho más larga que se remonta a la última parte del siglo XIX, y continúa presente en numerosos centros de gran relevancia, esta orientación está circunscrita a un área de práctica y a una serie de programas y servicios especializados, que en la mayor parte de los centros ocupan un lugar escasamente relevante en la estructura organizativa universitaria. El impacto de las universidades entendido de manera comprehensiva tiene una posición más bien marginal, tanto la investigación social como en las publicaciones científicas especializadas relacionadas con la misión de la universidad, comparadas con la abundancia de literatura y los documentos políticos que se dirigen a estudiar y promocionar la innovación regional. Una excepción significativa es posiblemente el campo de los llamados “espacios del conocimiento” (Etzkowitz and Ranga, 2010), así como el de las “ciudades del conocimiento” (Carrillo, 2006). No obstante, el foco de estos estudios ha estado normalmente en los polos de innovación de alta tecnología que se consideran ejemplares, más que en ciudades con procesos de desarrollo que intentan converger con tendencias globales, y menos aún en ciudades en declive. En consecuencia, el papel de la universidad a nivel local, actuando al mismo tiempo como un motor de desarrollo económico, como un actor político y como un promotor del bienestar social, es un asunto que está escasamente explorado.

 El objetivo de este artículo es realizar una propuesta analítica más comprehensiva sobre el papel de las universidades y la investigación académica en el desarrollo urbano. Más concretamente, se centra específicamente en las estrategias de regeneración urbana de ciudades en declive – o bien de ciudades que intentan converger con aquellas  integradas en la economía del conocimiento - debido a la oportunidad que ofrecen estos entornos para desarrollar y comprender el potencial de la universidad. Aquí se revindica que para entender de manera comprehensiva el potencial de estas organizaciones es necesario considerar simultáneamente sus variadas misiones y, al mismo tiempo, observar sus implicaciones en espacios específicos. En consecuencia, nuestra estrategia es combinar la literatura procedente de las dos corrientes citadas y enmarcar de nuevo los principales componentes de la discusión en un marco analítico adaptado a las ciudades que intentan igualar el nivel de desarrollo de aquellos entornos considerados desarrollados económica y socialmente.   

La estructura del artículo es la siguiente. Tras la introducción, en el punto 2 se especifica la estrategia de análisis. Para ello, en primer lugar se exponen los principales efectos que puede producir la universidad y se integran en un esquema que contiene las dimensiones generales de las estrategias de regeneración. A saber, infraestructuras físicas, recursos humanos, gobernanza y problemas sociales, y asuntos económicos. En segundo lugar, se usa este esquema como punto de partida para desplegar los principales mecanismos en cada una de las dimensiones, considerando tanto los efectos indirectos (los llamados spillover effects) como los usos más proactivos de la universidad en los procesos de planificación estratégica.

Las dimensiones del esquema citado se usan como las principales secciones del artículo. En consecuencia, los puntos 3 al 6 consideran sucesivamente a la universidad como una “amenidad” urbana, como un promotor de las dinámicas poblacionales, como un agente de gobernanza y mejora social, y como un impulsor del desarrollo económico. Finalmente, en las conclusiones se discuten las relaciones y conflictos entre misiones, así como las dificultades para institucionalizar algunas de ellas a nivel local. Se argumenta que los diferentes roles de la educación superior y la investigación deben ser entendidos de una manera comprehensiva cuando se consideran desde el punto de vista de la regeneración urbana. Las implicaciones apuntan a que la interrelación entre misiones, y consecuentemente entre otros socios y actores, resultan necesarios para obtener impactos efectivos a nivel local.     

2. Hacia un mapa sobre los usos de las universidades en contextos urbanos

Nuestra aproximación parte de los cuatro principales componentes que se suelen identificar en los procesos de regeneración urbana. El concepto de regeneración urbana se entiende como “una visión y acción comprehensiva e integrada que lleva a la resolución de problemas urbanos, y que busca activamente proveer una mejora duradera de las condiciones físicas, económicas, sociales y medioambientales del área que está sujeta al proceso de cambio” (Roberts y Sykes, 2000). En este artículo se considera que este ámbito de actuación es un lugar estratégico de investigación que permite ilustrar los mecanismos de las organizaciones de educación superior cuando se emplean como herramientas de cambio en entornos urbanos. De acuerdo con las nociones habituales en este campo, se han identificado cuatro dimensiones. De manera adicional a las infraestructuras físicas y al capital humano, se considera el papel de la gobernanza y de la intervención en asuntos sociales. Aunque es evidente que todos los anteriores pueden tener implicaciones económicas, también se ha añadido una dimensión sobre la economía para referirnos específicamente a las fuentes de riqueza procedentes de las actividades productivas de las empresas. Cada una de las dimensiones anteriores se ha dividido en dos partes, teniendo en cuenta los efectos indirectos frente a aquellas actuaciones más explícitas encuadradas en las estrategias de regeneración (ver cuadro 1).

Por un lado, representados en las columnas del cuadro se consideran los efectos no planificados explícitamente, o no previstos como resultado específico de una política. Dado que la universidad se puede considerar como una gran infraestructura urbana, sus implicaciones son evidentes simplemente debido a que se trata de una organización visible y a que ocupa un espacio social y económico relevante en las dinámicas de la ciudad. En otras palabras, las universidades tienen un efecto sólo por el mero hecho de estar presentes. Es posible tener en consideración estos efectos indirectos en las estrategias de regeneración urbana (Franz, 2010). Sin embargo, aquí se considera preferible diferenciarlas específicamente del segundo grupo de consecuencias. De esta manera, por el otro lado se tienen en cuenta los usos de la universidad para llevar a cabo una misión relacionada con algunas de las necesidades económicas o sociales de la ciudad, que aparecen representadas esquemáticamente en las filas del cuadro. Comparadas con las anteriores, este grupo significa normalmente un paso adicional en el rol de la universidad cuando se la incluye con una función concreta en una estrategia de regeneración urbana. Por tanto, esta concepción entiende a la universidad como un agente proactivo e implica una participación directa en asuntos sociales y económicos de naturaleza variada.

Para cada una de las dimensiones, en las celdas del cuadro se identifican los principales mecanismos. El procedimiento de análisis comienza con los efectos básicos, y luego desarrolla cada uno de los componentes y los relaciona con otros que tienen que ver con la estructura social y económica. Es difícil capturar empíricamente y medir el espectro completo de las consecuencias sociales y económicas de las universidades. Los impactos socioeconómicos suelen ser mejor entendidos cuando se consideran sus aspectos cualitativos. Por ello, como apoyo al desarrollo de este marco de análisis se incluyen algunos ejemplos que ayudan a ilustrar las influencias específicas y las interrelaciones entre dimensiones.

Tabla 1: El papel de las universidades en la regeneración urbana: dimensiones y efectos 

3. Infraestructuras físicas     

Las universidades se han considerado habitualmente como una amenidad y una atracción social de la población debido a que contienen un  tipo de infraestructura que suele ser único y difícil de conseguir a través de otras organizaciones. Los jardines, carreteras y accesos, los adecuados suministros de energía, junto a las tecnologías para las comunicaciones que se requieren para poner en marcha un campus universitario, tienen todas ellas por sí mismas un efecto positivo para aquellas áreas urbanas situadas en los entornos de los campus. Por tanto, la localización de las universidades es considerada como un activo para el desarrollo, especialmente en aquellos entornos empobrecidos o atrasados. La construcción de nuevos edificios y accesos, o la reutilización y reconversión de viejos edificios (tales como plantas industriales o cuarteles militares) en infraestructuras universitarias tienen un evidente efecto de renovación y gentrificación que otorga valor añadido a los bienes inmobiliarios circundantes.

Pero más allá de este efecto, la infraestructura diseñada para los estudiantes e investigadores puede ofrecer un servicio a las comunidades, especialmente los hospitales universitarios, las instalaciones deportivas, las bibliotecas o las telecomunicaciones que son especialmente difíciles de construir y mantener cuando se conciben para el uso de vecindades reducidas. Por ese motivo, las universidades pueden ser una vía rentable para las autoridades locales de proveer servicios a la comunidad si sus instalaciones pueden ser abiertas al público en general. Mas aún, cuando en algunas ciudades se obtienen altos niveles de desarrollo económico y social, estas instalaciones culturales y deportivas pueden funcionar como factores atrayentes de nuevos grupos de habitantes. Combinadas con una población formada, con un tejido económico dotado de empresas innovadoras y con una oferta atractiva de actividades culturales y de ocio, las universidades son un componente esencial para acercarse al modelo de las denominadas “ciudades de clases creativas” (Florida, 2003).

Una intervención más directa que la provisión de infraestructura es la creación de espacios de conocimiento. En algunos países las universidades son importantes propietarios de terrenos, o han sido beneficiarios de transacciones públicas o donaciones privadas de propiedades inmobiliarias. Existe ya una larga experiencia de intervención activa de las universidades en el uso del suelo para atraer empresas o generar nuevos espacios productivos, de los que las universidades publicas estadounidenses llamadas land grant, iniciadas en la primera mitad del siglo XIX con la cesión de terrenos federales a los estados, quizá sean el ejemplo mas relevante (Etzkowitz and Klofsten, 2005).     

Los parques científicos han sido el exponente mas conocido para proveer terrenos e infraestructura física para nuevas empresas. Algunas veces han sido el origen de asociaciones estratégicas con otras organizaciones, cuando los ayuntamientos facilitan la recalificación de suelo y proveen accesos, las universidades facilitan terrenos y atraen recursos humanos, y los gobiernos, junto a algunas empresas, proveen recursos económicos y arreglos institucionales que facilitan la reconversión de espacios y la creación de polos de actividad (Lindelöf and Löfsten, 2003).

Otra actuación menos conocida en este ámbito es el rol de las universidades como agentes de planificación urbana, cuando las instalaciones se conciben específicamente para jugar un papel en el desarrollo de la ciudad, actuando incluso en ocasiones como promotores urbanos. Aunque este papel aún no está estudiado en profundidad, existen numerosos ejemplos que reflejan tanto las propias iniciativas universitarias como sus acuerdos con otros entes dirigidos a crear dinámicas urbanas diferenciadas que intentan ser ejemplos de mejoras de la calidad de vida a través del uso de recursos públicos (O hara, 2007). En algunas ocasiones, ha sido la propia universidad el punto de partida para desarrollar un territorio (de nuevo, los ejemplos clásicos son las land grant estadounidenses, que han dado lugar al desarrollo de ciudades alrededor de los campus, donde en ocasiones es el campus universitario el centro de la ciudad, aunque también existen ejemplos relevantes en Asia y Europa) (Perry, 2005). Pero también en momentos mas recientes de la historia la universidad ha sido usada como una especie de semilla para otros usos, especialmente las ciudades creativas que persiguen ubicar sectores económicos y administrativos innovadores junto a población bien formada. En otras ocasiones, es la administración publica a cargo de la  universidad la que usa la expansión de los campus como una herramienta para llevar a cabo proyectos de renovación urbana, sobre todo cuando están localizados en lugares críticos que ayudan a cambiar las dinámicas demográficas y sociales de áreas en declive.

Es conveniente diferenciar estas iniciativas de los clásicos parques científicos dirigidos a ubicar empresas de alta tecnología, por ejemplo, cuando los nuevos espacios se localizan en centros urbanos de carácter histórico, o en centros degradados de las grandes ciudades, tratando de integrar industrias culturales y servicios intensivos en conocimiento que puedan ofrecer alternativas de empleo a las poblaciones locales. Más aún, los nuevos campus también se han usado para expandir ciudades, creando corredores entre núcleos dispersos con la intención de generar áreas urbanas compactas, o para aminorar el carácter aislado de áreas suburbanas.

4. Recursos humanos   

La presencia de una universidad frecuentemente tiene un impacto en las dinámicas de población de la ciudad donde está ubicada, especialmente si las ciudades son de tamaño medio debido a su mayor peso específico en comparación con las grandes urbes, aunque también es posible observarlo en áreas metropolitanas caracterizadas por el estancamiento poblacional. La composición demográfica de una gran universidad consiste en un cantidad especialmente desproporcionada de población joven y con un nivel educativo relativamente alto, que también puede ser diversa en términos de sus orígenes culturales y geográficos. Adicionalmente, este tipo de población se caracteriza por tener más posibilidades de movilidad tanto espacial como social entre clases sociales.

Al ser la enseñanza y la formación una de las principales misiones de la universidad, sus  efectos suelen ser evidentes en la producción de colectivos de mayor riqueza cultural y educativa, que resultan en mercados de trabajo flexibles y diversificados. El impacto social y económico de la formación de estudiantes es reconocido ampliamente como un factor fundamental del desarrollo países y regiones, aunque es difícil de estudiar en entornos locales concretos. No obstante, se suele considerar que los beneficios de la educación y la movilidad social son importantes en la medida en que un mayor nivel educativo ayuda a obtener tasas más altas de creación de empresas y a crear puestos de trabajo con más alto valor añadido y mejores condiciones laborales, lo que en consecuencia puede proporcionar una mayor base fiscal para las arcas locales.  

No obstante, un efecto de carácter más directo puede ocurrir cuando la producción de títulos responde a una estrategia específica adaptada a las necesidades del área económica circundante. En este caso, las universidades son uno de los principales agentes en la planificación de la política de recursos humanos cuando canalizan estudiantes y profesionales hacia sectores económicos que necesitan aumentar la competitividad, o hacia nuevas empresas con potencial para reemplazar a viejos sectores productivos o crear nuevos núcleos de actividad.   Otros efectos planificados consisten en la producción y circulación de los llamados trabajadores del conocimiento. Algunas universidades crean mercados de trabajos segmentados que establecen interacciones con  sus  áreas de influencia, con flujos de recursos humanos con capacidad para generar  impactos económicos: pueden producir una alta concentración de especialistas en sectores estratégicos, o canalizar profesores e investigadores académicos hacia empresas afines en sus áreas de investigación en tareas de consultoría o investigación aplicada, y también pueden generar transiciones en ambas direcciones entre el sector de la ciencia académica y otros sectores públicos o privados. En consecuencia, las organizaciones de educación superior pueden ser usadas como una herramienta de regeneración urbana que suele asociarse a las estrategias que persiguen transiciones hacia la economía del conocimiento.

5. Gobernanza e intervención en asuntos sociales

Las universidades son también un recurso para mejorar las competencias tanto de los asuntos cívicos como de los niveles de protección social de una comunidad. Las posibilidades para involucrarse en temas locales de esta naturaleza son mayores cuando existe una mayor cantidad de población educada. Una población con más alto nivel educativo tiene más competencias cognitivas para percibir los mecanismos que subyacen a los problemas sociales, está más comprometida con la goberzanza de su ciudad, y al mismo tiempo está dotada de recursos que facilitan la adquisición de capital social. Todas ellas son condiciones que mejoran la participación ciudadana (Rowe and Frewer, 2000). Al mismo tiempo, las relaciones entre políticos y técnicos locales y el personal académico puede ser un componente con posibilidades de mejorar la actuación pública. En ocasiones los trabajadores universitarios y los líderes estudiantiles son también parte de los movimientos ciudadanos que participan en los procesos de decisión y tienen posibilidades de influir en las agendas políticas locales. Por su parte, cuando existe una población con mayor nivel educativo, los responsables políticos suelen ser más sensibles a discutir asuntos que de otra manera plantean dificultades para obtener visibilidad y atención en el espacio público, lo que ocurre especialmente en aquellos temas complejos que requieren una participación activa de colectivos con competencias culturales suficientes.

Los líderes universitarios y los activistas sociales siempre han sido conscientes del potencial que las organizaciones de educación superior han tenido para los procesos de movilización social. De hecho, existe una larga tradición de participación universitaria en temas sociales y políticos, incluso mucho más dilatada que la que han tenido las actividades de transferencia de tecnología o de comercialización de la investigación. El papel de vinculación cívica puede ser considerado como una de las misiones fundacionales de algunas de las  universidades que se consideran más influyentes en la actualidad. Inicialmente, el ideal de la educación cívica promovido por filósofos de la pedagogía como Dewey era una de los principales fuerzas impulsoras de dicha misión (Harkavy, 2000). No obstante, en tiempos más recientes, se observa una tendencia creciente y mucho más visible dentro de la estructura organizativa de las universidades hacia la vinculación cívica, que también puede ser dividirse en dos grandes corrientes.

La primera corriente consiste en el creciente papel de la investigación aplicada, especialmente desde la década de 1980. Aunque la emergencia de la investigación orientada por la intervención pública también se remonta a varias décadas atrás (con algunos momentos especialmente efervescentes, como los años 1920 y 1930 a raíz del movimiento reformista en las universidades del mundo anglosajón, y posteriormente en los años 1960 con las universidades se convierten en agentes activos de las políticas de igualdad de oportunidades), las necesidades de obtener legitimidad y fuentes de financiación en tiempos de ajuste económico como los ocurridos en las últimas décadas han resultado en universidades más abiertas.  Las corporaciones locales han comenzado a ser “clientes” relevantes de las universidades. Los municipios encuentran en los académicos de su entorno inmediato a consultores con quieres es más fácil interaccionar, así como proyectos aplicados adaptados a las necesidades locales. La segunda corriente en la vinculación entre la universidad y los entes de comunidad local (lo que se suele llamar “servicio comunitario” o “vinculación comunitaria”, correspondientes a los términos en inglés community service o community engagement) alrededor de los  servicios para el aprendizaje y la provisión de asistencia social. Los mayores esfuerzos  están relacionados con la educación especial, la nutrición, la salud, la integración social de colectivos con riesgo de exclusión y el reforzamiento de capacidades de la comunidad (community empowerment)  (Wergin, 2006).

El rol cívico y social de la universidad en los países europeos no resulta especialmente visible. Aunque pueden identificarse casos relevantes de vinculación social (ESF, 2007), en la mayor parte de Europa históricamente el desarrollo de los servicios sociales ha sido liderado directamente por las administraciones públicas en los varios niveles de gobierno. Habitualmente los recursos económicos y la legislación es responsabilidad de los niveles nacionales y regionales, y la prestación de la atención personal recae en buena medida en los servicios sociales municipales. Por ello, los ejemplos más relevantes se encuentran en los Estados Unidos de América y en los países latinoamericanos, debido a la diferente configuración política e institucional de la protección social y papel específico que juegan las corporaciones no gubernamentales frente al papel del estado. 

En los EE.UU, la universidad vinculada socialmente es parte de un movimiento que comienza en los años 1930, se expande en la década 1960,  y ha evolucionado en las dos últimas décadas hacia un mayor grado de institucionalización y especialización. La creación de centros especiales, consejos y grupos consultivos, perfiles ocupaciones y carreras profesionales adaptadas, así como presupuestos destinados específicamente a estas misiones, son todos ellos mecanismos diseñados explícitamente para tener un impacto social en las comunidades locales. En ocasiones estos programas y centros ayudan a establecer una red densa de relaciones con los servicios sociales pertenecientes a otras administraciones. En otras ocasiones, las universidades son destinatarios de los fondos económicos de la importante red de organismos privados de carácter filantrópico existentes en este país, lo que da lugar a la creación de programas específicos que tienen un rol especialmente activo en el sostenimiento y extensión de esta misión social (existen ya algunas asociaciones de universidades destinadas a institucionalizar esta práctica, como por ejemplo el conocido Campus Compact estadounidense) (Boite y Hollander, 1999). El caso latinoamericano representa también otro ejemplo de trayectoria en la misión cívica de la universidad, aunque por motivos distintos (Rodríguez-Gómez, 1999). En algunos países en desarrollo las universidades se encuentran entre las organizaciones mejor equipadas para acometer esta misión, y numerosas universidades han estado constituidas por organismos de carácter filantrópico.  Por ello, juegan un papel relevante en complementar, y en algunas ocasiones sustituir, la ausencia de una red de servicios sociales públicos con posibilidades de llegar a toda la población.

6. Desarrollo económico    

El papel económico que juegan las universidades también puede dividirse teniendo en cuenta los efectos indirectos y los efectos que responden a una estrategia más planificada. Es evidente que las universidades son corporaciones que aglutinen una elevada cantidad de recursos humanos y económicos en las ciudades, junto a otros proveedores de bienes públicos como los hospitales o los servicios educativos. Este tipo de organizaciones son a veces los mayores empleadores en ciudades de tamaño medio que se caracterizan por disponer de un tejido productivo compuesto mayoritariamente de pequeñas y mediadas empresas, lo que tiene importancia para las dinámicas económicas locales a varios niveles. Por ejemplo, las universidades crean un sustrato de consumidores de clase media, formado por los empleados y por parte de los estudiantes, que puede tener un efecto en la revitalización de la economía local. Las organizaciones de educación superior son también inductores de empresas locales cuando las usan como proveedores de los bienes y servicios que necesitan los centros, atrayendo en ocasiones a pequeñas empresas a los entornos de los campus. Más aún, existen ejemplos que evidencian cómo el empleo indirecto estimulado por la actividad de grandes universidades tiene un efecto en las dinámicas de desarrollo regional (Saxenian, 1996).

El impacto económico vinculado a la innovación es posiblemente el asunto más reconocido en la literatura especializada y en la práctica pública al incorporar a las universidades como agentes activos en las políticas de desarrollo. Las universidades se pueden considerar como motores de la innovación a través de varios canales y mecanismos. En primer lugar, pueden ser usadas como proveedores de servicios intensivos en conocimiento cuando los investigadores y las instalaciones científicas son accesibles a las empresas del entorno. Aunque el énfasis de la mayor parte de los estudios sobre innovación se ha puesto en el papel que juegan las patentes y el conocimiento codificado, se reconoce ampliamente que las vías informales de transferencia de conocimiento abarcan posibilidades muy variadas, desde la consultoría y los proyectos aplicados hasta el alquiler de instrumentación científica y la provisión de servicios de laboratorio y calibración (Ramos-Vielba y Fernández-Esquinas, 2009). La formación especializada que las universidades proporcionan a las empresas y las prácticas y estancias de alumnos y doctorandos en la empresa son considerados también mecanismos efectivos para aumentar la contratación de personal y, eventualmente, la capacidad de absorción de las empresas (Fernández Esquinas, et.al, 2010). En segundo lugar, la universidad puede actuar como un agente para la promoción de las actividades emprendedoras, o como una corporación emprendedora en sí misma. Los canales principales en este sentido son la educación emprendedora, la orientación a los estudiantes para la creación de empresas y el establecimiento de incubadoras para ayudar al establecimiento de nuevas firmas de carácter tecnológico. Otro canal habitual consiste en los efectos de “aglomeración”. Aunque esto en ocasiones puede ser considerado un efecto indirecto, el impacto  que en un espacio determinado se puede obtener entre investigación tecnológica e innovación en sectores intensivos en conocimiento se suele tomar en consideración como elemento de la política científica a la hora de decidir la localización de centros universitarios y espacios industriales.

Este amplio conjunto de mecanismos de transferencia y coproducción de conocimiento  dota de especial importancia a la proximidad geográfica y a la facilidad y cercanía de las relaciones sociales. Es ampliamente reconocido que la circulación de conocimiento está conectada con la existencia de redes densas de interacciones entre universidades, organismos de interfaz, grupos de académicos, empresas intensivas en conocimiento y proveedores de servicios especializados, lo que requiere procesos de desarrollo previos sostenidos durante largos periodos de tiempo que den lugar a organizaciones estables dotadas de suficientes capacidades. Es por ello que los casos considerados más exitosos están concentrados geográficamente en “nodos de investigación”. Sin embargo, es conveniente considerar otras experiencias que, a pesar de no ser conocidas por su preeminencia como lugares de excelencia en la economía del conocimiento, emplean las infraestructuras de investigación como una herramienta para las estrategias de regeneración urbana.

Los parques científicos y tecnológicos posiblemente sean el principal exponente, aunque en entornos periféricos en ciencia y tecnología es conveniente considerar las estrategias de desarrollo basadas en el conocimiento de una manera más diversificada que atienda a la renovación de las potencialidades tradicionales. La innovación empresarial, ya sea a través de capacidades en las empresas existentes o la creación de nuevas empresas, se puede promover a través de asociaciones entre entes públicos y privados y las corporaciones locales, entre asociaciones de empresas tradicionales, o entre colectivos de ciudadanos, todos ellos dirigidos a hacer económicamente viables las capacidades locales. En este sentido, la puesta en valor de los legados arquitectónicos e históricos, de las tradiciones y artesanía popular, la renovación de sectores industriales en declive, y la promoción de industrias de servicios basadas en el aprovechamiento de  conocimientos tácitos, como pueden ser los servicios turísticos y culturales, son nichos con posibilidades de creación de empleo en entornos urbanos,  que incluso pueden superar las potencialidades de las iniciativas basadas en el empleo de la investigación científica.          

7. Discusión y conclusiones

Las universidades poseen una infraestructura y unos recursos humanos de carácter especializado que son difíciles de sufragar por otros medios con los recursos que las corporaciones locales suelen tener a su alcance. Es por ello que estas organizaciones pueden ser tenidas en cuenta como activos relevantes en las estrategias de desarrollo    urbano. La movilización de sus instalaciones, investigadores y titulados puede convertirse en un activo para transformar los entornos urbanos. No obstante, los estudios sobre los impactos de la universidad aparecen escasamente conectados con los estudios sobre desarrollo urbano. Por un lado, la investigación sobre la tercera misión universitaria está fuertemente dividida entre la corriente que considera los usos sociales y cívicos y la que se ocupa del papel como motor de la innovación empresarial. Además, estos efectos se suelen estudiar a nivel nacional o regional, siendo más escasas las aproximaciones desde entornos urbanos. Por otro lado, los estudios sobre desarrollo urbano, y más concretamente la literatura sobre estrategias de regeneración, no suelen tratar en toda su complejidad las dimensiones de las universidades y de la investigación pública que se realiza en ellas, y por tanto no suelen considerar específicamente sus  potencialidades como actores relevantes para hacer ciudades competitivas.

En este artículo se ha defendido que ambas corrientes pueden integrarse, especialmente cuando se trata de encontrar fuentes de ideas para informar la toma de decisiones. Aquí se han adaptado algunas discusiones sobre los usos de la universidad al ámbito de  las estrategias de regeneración urbana para ilustrar la combinación de perspectivas y mostrar mecanismos de articulación que puedan ser útiles para la toma de decisiones. Para ello se ha aportado un esquema de análisis que integra varias corrientes que aparecen dispersas. En primer lugar, se especifican los múltiples usos de la universidad. En segundo lugar, el esquema sirve para identificar dimensiones que se corresponden con aquellos ámbitos de actuación empleados en las estrategias de regeneración urbana. Para ello se han especificado los efectos indirectos y los efectos planificados, identificando herramientas y mecanismos de actuación susceptibles de generar impactos en entornos urbanos.  

El análisis ha privilegiado los impactos deseables, más que la situación común de separación institucional que puede encontrarse en numerosos entornos universitarios del mundo desarrollado. Es sabido que las universidades y los centros de investigación ocupan campos institucionales distintivos que suelen estar muy alejados de los ámbitos de actuación local. El desarrollo de las universidades en el mundo moderno estuvo vinculado a la formación de las clases dirigentes y los servidores del estado. Durante la expansión en la época contemporánea, en la mayor parte del mundo desarrollado las universidades han sido entes corporativos sufragados con fondos públicos cuya misión ha sido proveer de bienes públicos, principalmente formar profesionales y producir conocimiento científico de carácter público, lo que se refleja normalmente en las dos grandes misiones de docencia e investigación a las que se orientan. 

Se trata por tanto de organizaciones dotadas de objetivos que a veces poco tienen que ver con las necesidades locales. Por un lado, poseen reglas de gobierno con un alto nivel de autonomía, y sus objetivos son establecidos por organismos de los que dependen la regulación y la dotación de fondos, normalmente alejados de los niveles de decisión en el ámbito urbano. Las comunidades científicas enraizadas en la cultura académica, tienen como grupos de referencias a los llamados “colegios invisibles”, que son los que actúan como pares para certificar los productos que se consideran aportaciones válidas al conocimiento y que a la vez otorgan las recompensas que sirven de moneda de cambio para evaluar las realizaciones de los trabajadores académicos y de los propios centros. Es más, la excelencia en términos científicos y académicos suele producir una desvinculación del territorio. Mientras más relevante y exitosa sea la producción científica y académica, más orientación global suele tener la universidad. Cuando los centros alcanzan un algo grado de competencia e internacionalización, los procesos de institucionalización que rigen en la vida científica tienen a tener como marco de referencia y captación de recursos a los organismos de la ciencia internacional.

En el otro lado, las demandas e interacciones que provienen del entorno local suelen estar desvinculadas de las exigencias que plantea la vida científica y universitaria. En ocasiones se trata de problemas de investigación que no se sitúan en la frontera del conocimiento de las disciplinas, de las que sea posible obtener nuevos resultados. En otras ocasiones las dinámicas de trabajo locales suelen ser incompatibles con la dedicación al estudio y a la producción científica, que normalmente quiere un alto nivel de especialización. Por estos motivos, la implicación universitaria suele ser escasamente visible en los procesos de desarrollo local.

¿Es posible combinar las expectativas institucionales que suele exigir el mundo universitario con las necesidades locales? Algunos estudios sugieren que el asunto clave de estos procesos es la institucionalización de prácticas que establezca objetivos específicos y diseñe mecanismos de interrelación y gestión en ambos ámbitos. Adaptando esta discusión a las estrategias de regeneración urbana, se puede sostener que es difícil lograr una implicación con la vida local sin un proceso de diseño institucional y de complemento de capacidades. Esto da lugar a una serie de implicaciones políticas y de gestión relevantes que se pueden fijar en tres niveles.

En primer lugar, se plantea la necesidad de facilitar la interrelación entre actores que habitualmente pertenecen a entornos institucionales distintos. Desde este punto de vista, la vinculación entre gobiernos locales y universitarios requiere la formación de partenariados que den lugar a espacios que superen los contactos puntuales entre profesores y oficinas de planificación urbana para la realización de actividades de consultoría a corto plazo. En definitiva, se requiere de arreglos y organizaciones de carácter híbrido que permitan canalizar demandas y asignar recursos. De esta manera sería posible evitar los riesgos y efectos no previstos que pueden resultar de la diversificación de los roles universitarios. A saber, desvincular a la universidad de la excelencia, lo cuál puede dar lugar a riesgos de perdida de legitimidad o de competencia con el sector privado, o buen a una pérdida de capacidad de su personal derivada de la falta de conexión con los avances de la ciencia global.

En segundo lugar, se requiere de la introducción de organismos especializados dentro de las universidades, dotados de procedimientos de gestión que puedan ser compatibles con las otras funciones del personal académico. De un lado, es necesaria la creación de perfiles profesionales y carreras especializadas, con estructuras diferenciadas a las existentes habitualmente para el personal científico y académico. De otro lado, la vinculación del personal universitario a los diversos ámbitos de regeneración urbana requiere unos elementos de gestión que establezcan evaluaciones específicas, por ejemplo las basadas en la carga de trabajo mientras se realizan actividades de tercera misión como las aquí contempladas, que sean durante ciertos periodos de tiempo  alternativas a las basadas en las publicaciones y la docencia reglada.

En tercer lugar, desde el punto de vista de las corporaciones locales, es necesaria una combinación de habilidades orientada a la captación y utilización de conocimiento procedente de dominios institucionales diversos tales como la universidad, lo cuál requiere de la disposición de profesionales que puedan hacer tareas equivalente a la “vigilancia tecnológica”, aunque adaptada los procesos específicos de regeneración que se llevan a cabo en cada entorno urbano. En este sentido, la cualificación de los recursos humanos puede requerir la identificación de capacidades en ámbitos tecnológicos concretos, por ejemplo los relacionados con sectores industriales en declive sobre los que se pretenda actuar, o bien la producción científica universitaria en ámbitos como las humanidades y las ciencias sociales en aquellos entornos con posibilidades de utilizar los recursos culturales como activos de la regeneración. 

8. Referencias bibliográficas

Boyte, H., & Hollander, E. (1999). Wingspread declaration on renewing the civic mission of the American research university: The Wingspread conference. Racine, Wisconsin: Campus Compact.

Carrillo, F. (Ed.) (2006): Knowledge cities: Approaches, perspectives and experiences, Oxford: Butterworth-Heinemann. 

Clark, B.T. (1988): Creating Entrepreneurial Universities: Organizational Pathways of Transformation (Issues in Higher Education). New York: Pergamon. 

Diamond, R.M. (1999): Aligning faculty rewards with institutional mission: Statement, policies and guidelines. Bolton, MA: Anker Publishing Company.

ESF-European Science Foundation (2007): Higher Education Looking Forward:

Relations between Higher Education and Society, Brussels: ESF Forward Look Document.

Etzkowitz, H. and Klofsten, M. (2005): The innovating region: toward a theory of knowledge-based regional development, R&D Management, 35, 243-255.

Etzkowitz, H. and Ranga, M. (2010): A Triple Helix System for Knowledge-based Regional Development: From “Spheres” to “Spaces”, In The VIII Triple Helix International Conference, Madrid, 20-22 October, 2010.

Fernández-Esquinas, M., Merchán-Hernández, C., Ramos-Vielba, I, and Martínez-Fernández, C. (2010): Key knowledge providers as sources of business innovation, Industry and Higher Education, Vol 24, No 3, 189–201.

Florida, R. (2003): Rise of the Creative Class: And How It s Transforming Work, Leisure, Community and Everyday Life, New York: Basic Books. 

Franz, P. (2010): Knowledge spill-overs for knowledge based development: progression in theory and obstacles for empirical research, International Journal of Knowledge Based Development, Vol. 1, N. 1-2, 25-38.

Harkavy, I. (2000): Service-learning, academically based community service, and the historic mission of the American urban research university. In I. Harkavy & B. M. Donovan (Eds.), Connecting past and present: Concepts and models for service-learning in history (pp. 27-41). Washington, DC: American Association for Higher Education.

Lindelöf, P. and Löfsten, H. (2003): Science park location and new technology-based firms in Sweden–implications for strategy and performance, Small Business Economics, 20, 245-258.

Molas-Gallart, J., Salter, A., Patel, P., Scott, A. and Duran, X. (2002): Measuring third stream activities, Final Report to the Russell Group of Universities, Brighton: SPRU, University of Sussex.

O Mara, M. (2007): Landscapes of knowledge: history and the evolving geography of high technology, Places, 19, 1.

O Mara, M. (2010): Beyond the town and gown: university economic engagement and the legacy of the urban crisis, Journal of Technology Transfer, published in Online First, 30 July 2010.

Perry, D. (2005): The university as urban developer: case studies and analysis. Cambridge, MA: Armonk.

Ramos-Vielba, I. and Fernández-Esquinas, M. (2009): Beneath the Tip of the Iceberg: The Multiple Forms of University-Industry Collaborative Linkages, The Atlanta Conference on Science and Innovation Policy Proceedings, Georgia Institute of Technology, Atlanta, GA, USA, 2-3 October, 2009.

Roberts, P. and Sykes, H. (2000): Urban Regeneration. A handbook, London: Sage.

Rodríguez Gómez, R. (1999): La universidad latinoamericana en la encrucijada del siglo XXI, Revista Iberoamericana de Educación, N. 21. http://www.rieoei.org/rie21a04.htm.

Rowe, G. and Frewer, L.J. (2000): Public participation methods: A framework for evaluation, Science, Technology, & Human Values, 25 (1), 3-29.

Saxenian, A.L. (1996): Regional Advantage: Culture and Competition in Silicon Valley and Route 128, Cambridge, MA: Harvard University Press.

Wergin, J. (2006): Elements of effective community engagement. In S. L. Percy, N. L. Zimpher, & M. J. Brukardt (Eds.): Creating a new kind of university: Institutionalizing community-university engagement. Boston, MA: Anker Publishing.

[1] El concepto  de “tercera misión” se suele utilizar para diferenciar a un variado conjunto de actividades realizado por las universidades  de las dos grandes funciones consideradas tradicionales: la enseñanza y la investigación científica (Molas, et.al,  2006). Este trabajo se refiere al posible impacto de ese conjunto de tareas en el ámbito urbano y,  por tanto, no tiene tan en cuenta los efectos procedentes de la enseñaza reglada o de la producción de conocimiento científico. 

A Segunda Regeneração da Baia de Cardiff?: Uma Estratégia Cultural baseada na BBC Drama Village

Julie Porter

Cardiff Bay, na capital do País do Gales (Reino Unido), foi submetida a uma ampla intervenção na década de 1980 para transformar essa antiga zona das docas em espaços comerciais e residenciais. Desde essa altura, a área tem-se desenvolvido, no entanto, um dos principais objetivos desse projeto, unir a Baía ao centro da cidade, não foi cumprido. Atualmente, a Baía de Cardiff está a passar por uma revitalização baseada em indústrias criativas, com a implantação de uma BBC Drama Village numa antiga zona industrial. Espera-se que esta instalação promova um movimento, do centro da cidade para a Baía de Cardiff, das indústrias criativas existentes, particularmente a televisão e rádio. Este artigo fornece uma visão geral dos objetivos desta regeneração, bem como os efeitos que terá sobre as comunidades envolventes, as potenciais conexões entre o centro da cidade e a baía, bem como o impacto das indústrias criativas no sucesso deste projeto. Recomendações de políticas também serão efetuadas.

Palavras-chave: Regeneração Urbana, Indústrias Criativas, Cardiff

1.Introdução

A história da região da baía de Cardiff, originalmente conhecida como Tiger Bay, é imensa, principalmente na formação da atual configuração atual do Sudeste do País de Gales. Economicamente, as docas foram um importante porto e local de comércio para os setores dependentes da exploração do porto. Socialmente, a zona das docas foi considerada o lar de uma população, diversificada e multicultural que, em muitos casos, chegou e decidiu ficar. Esta área tornou-se uma das primeiras do Reino Unido com comunidades multiculturais, onde pessoas de mais de cinquenta países se estabeleceram aqui pela eclosão da I Guerra Mundial, trabalhando nas docas e nos setores conexos (Thomas & Imrie, 1999).

Apesar de ao longo do tempo, o porto ter-se tornado economicamente menos relevante devido à emergência de outros destinos mais populares, os aspetos ligados à importância social permanecem inalterados até hoje.

A regeneração de Cardiff Bay começou no final dos anos oitenta com o objetivo de aumentar o emprego, o comércio e o turismo na antiga zona portuária de Cardiff. Além disso, houve um objetivo primordial de ligação entre o centro da cidade e a baía. Existe controvérsia quanto ao tipo de regeneração que ocorreu, se foi de design superior, com base em Baltimore Inner Harbour, ou de retalho, com a ênfase no aumento de oportunidades comerciais na área (Punter, 2007). Independentemente do modelo, o desenvolvimento do porto interior em Cardiff, forneceu espaço de comércio e de habitação na cidade. Este é considerado o projeto de regeneração de maior sucesso no Reino Unido (Cardiff Life, 2010). No entanto, o objetivo principal foi apenas parcialmente cumprido. Uma estrada de duas, que poderiam vincular o centro da cidade com a baía foi regenerada, enquanto a outra não foi. Esta área, conhecida como Butetown, é agora, juntamente com outra parte da baía, o foco de uma regeneração liderada pela emergência de um grande hub criativo na Baía de Cardiff.

Como resultado da regeneração na década de 1980, a população mudou-se da área da Baía de Cardiff, ou à beira-mar, para a periferia entre a Baía de Cardiff e o centro de Cardiff. Esta área é igualmente referida como pertencendo a Butetown. Embora diversa, a área, uma pequena parte do centro da cidade, apresenta elevados níveis de desemprego e criminalidade (WAG, 2008). Esta é uma das áreas que procurará ser regenerada através da implementação local de uma BBC Drama Village, uma cidade para produção audiovisual da internacionalmente reconhecida British Broadcasting Corporation. A BBC Drama Village não só trará empresas de televisão e conteúdos, como atrairá toda a sua cadeia de abastecimento, e também vários setores conexos, onde o conhecimento flui, como a média digital, originando spill-overs entre as empresas criativas que se irão deslocar para a área. Simultaneamente, e no centro de Butetown, um pequeno projeto intitulado Loudon Square Development, financiado pelo Conselho de Cardiff e Cardiff Housing Association, que se concentra em um centro comunitário, comércio e habitação, será também construído (BBC, 2010).

O outro local de regeneração que será discutido neste trabalho é o local onde a BBC Drama Village será construída e na proximidade do qual, junto à área da Baía de Cardiff, se situam instalações industriais (BBC (B), 2010). Esta área era anteriormente propriedade da Autoridade Portuária da Baía de Cardiff, que ainda está ativa, mas consideravelmente menos do que durante os "anos da Tiger Bay". A regeneração do local será acompanhado por um outro projeto, o desenvolvimento de Porth Teigr, financiado numa parceria público-privada do governo galês (Welsh Assembly Government - WAG), Igloo Sustainable e Investimentos Aviva, que oferecerá um espaço de habitação, comercio e de negócios diretamente ligados à Drama  Village (Bray & Shackson, 2010).

Este artigo irá destacar o impacto da BBC Drama Village na regeneração de zonas abandonada na Baía de Cardiff, mais notavelmente em Butetown e nas zonas industriais, bem como o novo papel das indústrias criativas no mesmo local (BBC (B), 2010). A regeneração urbana através de estratégias de cultura não é um conceito novo. As principais cidades europeias, como Bilbao, Manchester, Dublin, entre outras, têm tentado utilizar o seu potencial criativo para regenerar partes abandonadas da cidade e incentivar a "classe criativa" a se fixar nessas zonas (Florida, 2002, Porter, 2006). Enquanto se argumenta que este tipo de regeneração "diminui a vitalidade artística" de uma área e por isso é contraintuitivo, este caso, vai demonstrar, com base no sucesso de “cidades” BBC, que, devido ao pequeno setor criativo que está localizado na Baía, o resultado será potencialmente bem sucedido em atrair uma vasta gama de tipos artísticos, embora, não a partir da área circundante (Tironi, 2009: 93).

O artigo estrutura-se da seguinte forma. A próxima secção irá fornecer informações básicas sobre Cardiff e a Baía de Cardiff, bem como sobre o seu processo de regeneração. O papel das indústrias criativas em Cardiff Bay será discutido. A secção seguinte descreve brevemente a metodologia utilizada para obter as informações incluídas neste documento. Haverá uma discussão sobre outras regenerações baseada nas BBC Drama Villages, seguida por uma visão geral dos planos de desenvolvimento para este projeto e os desenvolvimentos subsidiários em Cardiff. A última secção irá sistematizar o argumento e fornecer algumas conclusões.

2.1. Condições para Políticas de Criatividade em Cardiff

2.1. Uma visão geral sobre Cardiff e a sua Baía

A capital do País de Gales, Cardiff, está localizada no canto Sudeste, cerca de trinta quilómetros da fronteira inglesa. Espacialmente, Cardiff Bay é considerada como parte de Cardiff, mas é separada do centro da cidade. De acordo com dados de 2008, a população total do País de Gales é 3.004.600 habitantes, com 11% a residir em Cardiff (WAG, 2010). Este é um crescimento populacional de 3,2% desde 1998 (ONS, 2009). Como capital, Cardiff é a sede do governo descentralizado (WAG). O WAG prevê políticas e iniciativas para o conjunto do País de Gales, que é considerada uma região ao nível europeu. Uma dessas iniciativas estimula a aprendizagem da língua galesa. O País de Gales é oficialmente um país bilingue, falando tanto o Galês como o Inglês. Devido a um renascimento da língua nativa, o galês é hoje falada por 20% da população (WAG, 2010). No entanto, a falta de competências no idioma galês não é normalmente uma barreira à entrada no mercado de trabalho.

Como um todo, a economia do Reino Unido é dominada pelos serviços financeiros, no entanto, o relatório de 2007 da OCDE sobre a economia do Reino Unido também observa que, assim como um crescente setor de serviços, o Reino Unido ainda conta com um número de empresas de manufatura de classe mundial, com níveis elevados de quotas de exportação em vários setores da indústria transformadora (BIS, 2009). Esta força está também presente no País de Gales com uma capacidade industrial concentrada fora das cidades densamente povoadas, principalmente de Cardiff. O País de Gales tem lutado para desenvolver ou atrair o emprego de alto valor acrescentado em setores baseados no conhecimento como nas finanças e P&D, que têm condições mais frágeis que no Reino Unido, situação em parte atribuível a uma relativa falta de massa económica. No entanto, em Cardiff, estão em expansão o setor financeiro, o setor de serviços e o setor criativo.

Em 2002, o Produto Interno Bruto (PIB) do País de Gales foi um pouco mais de vinte e seis bilhões de libras (48 bilhões de US dólares), resultando num PIB per capita de £12.651 ($19.546) (WAG, 2010). Segundo as estimativas nacionais, no País de Gales, o PIB cresceu para 84 bilhões de dólares americanos em 2006. Neste ano, a taxa de desemprego no País de Gales era de 5,7% - um pouco acima da média do Reino Unido, mas bastante menor do que na maioria dos países da União Europeia. Em novembro de 2010, a taxa de desemprego no País de Gales foi de 8,1 por cento da população economicamente ativa, face a 8,8 por cento no mesmo período do ano anterior (WAG 2010). Para o Reino Unido como um todo foi de 7,7 por cento (WAG 2010). A taxa de inatividade económica para aqueles com idade entre 16-64 anos no País de Gales foi de 26,7 por cento, face a 26,3 por cento no mesmo período do ano anterior (WAG 2010). A média do Reino Unido foi de 23,2 por cento (WAG 2010).

Apesar de Cardiff ser o líder económico e cultural do País de Gales, caracterizada por salários mais altos e maior poder de compra, há bolsas de pobreza profunda dentro da cidade. Para dar uma maior perspetiva aos decisores políticos, o Índice de Privação Múltipla em Gales foi criado para avaliar a pobreza de uma área (WAG, 2008). Este índice inclui vários fatores como o emprego, a saúde, a disponibilidade de formação e serviços, ambiente físico e segurança (Mapa 1). Não há informações para a instalação industrial que será regenerada, devido à BBC Drama Village, no entanto, Butetown tem a segunda maior pontuação de todo o País de Gales (190 municípios) (WAG, 2008).

Mapa 1: Índice de Privação Múltipla em Cardiff (2005)

Fonte: WAG, 2008, Welsh Index of Multiple Deprivation

2.2.           A regeneração da Baía de Cardiff nos Anos Noventa

A Cardiff Bay Development Corporation (CBDC) foi estabelecida como uma corporação de desenvolvimento urbano (CUD), sob o governo de Margaret Thatcher em 1987 (Cooke & Hughes, 1999). Como CUD, o papel da CBDC foi o de regenerar a zona das docas de Cardiff Bay baseado no projeto do Porto Interior de Baltimore, nos Estados Unidos, e com isso, estimular o mercado de trabalho tipicamente industrial e ligando a baía ao centro da cidade. Esta meta foi possibilitada através da construção da barragem, que aumentou a disponibilidade de áreas à beira-mar, para comércio, escritórios e residências.
A estratégia de regeneração estabelecidos pela CBDC em 1988 tinha metas estabelecidas, incluindo:

- Criação de 29.000 empregos a tempo inteiro;

- Estabelecimento de 6.000 unidades residenciais (25% de habitação social), e;

- Estabelecimento de mais de um milhão de metros quadrados de espaço: 40% comercial, 60% industrial. (Thomas & Imrie, 1999).

Embora essas metas tenham sido cumpridas, a revitalização da Baía, alterou a estrutura socioeconómica dos seus moradores através da gentrificação (Rowley, 1994). A CBDC reconheceu abertamente que o espaço disponibilizado foi o de "atrair mais residentes de estatuto superior porque estes são cruciais para o futuro reavivamento económico" (Nelson, 1988, p.9). Além disso, os postos de trabalho altamente qualificados que foram trazidos pela regeneração proporcionaram oportunidades para as pessoas de fora, onde tradicionalmente, os trabalhadores locais da indústria, não tinham qualificação ou formação para essas posições (Rowley, 1994). Como resposta, muitos dos trabalhadores mudaram-se para a zona tampão entre a Baía de Cardiff e o centro da cidade devido ao seu menor rendimento.
A regeneração da Baía criou dois centros de cidade que, até hoje, ainda estão ligados por duas estradas principais, que são, ironicamente, em lados opostos de uma ferrovia. Esta é a zona tampão descrita no parágrafo anterior. Ambos os lados da linha-férrea são considerados como área de Butetown, e a trilha é a linha-férrea que passa exclusivamente entre o centro da cidade e da Baía. No entanto, um dos caminhos é o produto de regeneração, enquanto o outro não. As casas da rua regenerada são blocos de apartamentos de luxo com ocupantes ricos relativamente jovens. Ao nível da rua, há um amplo caminho pedestre e a traseira dos blocos têm vista para um grande parque. Isso proporciona uma transição cuidada entre o centro da cidade e a baía. Alternativamente, o lado não regenerado da linha-férrea contém casas abandonadas, algumas lojas de pequeno comércio e apresenta índices elevados de desemprego e criminalidade. Esta área se estende desde as linhas ferroviárias de cinco quarteirões da cidade para o ocidente. Este é o local do desenvolvimento da Praça Loudon. Desde 1980, empresas de base criativa, como empresas de multimédia, localizaram-se na Baía de Cardiff por causa de sua imagem boémia (Cooke & Hughes, 2009). Um dos edifícios centrais utilizado pelas pequenas e médias empresas (PMEs) criativas em Cardiff Bay foi o edifício para troca de carvão, que era o centro do porto do maior exportador de carvão do mundo. Como a regeneração da frente de mar estava em andamento, a CBDC decidiu que este edifício da troca de carvão também devia ser regenerado para atrair grandes empresas, efetivamente removendo as PME a partir deste espaço[i]. As PME entrevistadas sobre os seus sentimentos em relação à construção pela CBDC, de um "bairro cultural" no seu espaço emitiram comentários estranhamente em linha com a ideia, já com alguns anos de Richard Florida, e que agora está sendo adotada pelo governo britânico, que o espaço cultural não pode ser fabricado e que seriam os tipos artísticos que habitam a área que iriam proporcionar um espaço cultural (Cooke & Hughes, 2009, Florida, 2002).

No momento atual, a maioria das empresas criativas em funcionamento na Baía de Cardiff são de média digital, com menos de cinco empregados. Apesar de estarem em maioria, existem menos de duzentas. Há uma incubadora de média digital na Baía financiada pelo governo, @Wales, que é bem sucedida em apoiar empresas recém-criadas. No entanto, a maioria das empresas deslocalizam-se após incubação (Entrevista, 2010). As entrevistas que foram realizadas com essas empresas deram um feedback positivo sobre a própria incubadora, mas menos favorável relativamente ao entorno da Baía de Cardiff (Entrevista, 2010).

"Eu estou aqui por causa do incrível apoio que recebo da incubadora. Estou no meu segundo ano de três, mas quando terminar vou mudar-me para outro lado. Não há infraestruturas para apoiar uma empresa digital por aqui. Eu seria estúpido em ficar.” (@Wales Entrepreneur, março de 2010)

2.3.           Colocando a Criatividade em Perspetiva

Em termos de criatividade, o País de Gales tem uma economia criativa, que é apoiada principalmente pela TV/Cinema e a indústria de produção de média (Cardiff, Council, 2006; 2009). Em 2002, foi noticiado que no País de Gales estavam 4% do total de empregados do Reino Unido no setor audiovisual, o que corresponde a cerca de 600 empresas e 350 milhões de libras (Cardiff Council, 2006). Destas empresas, a maioria estão relacionadas com TV e Cinema ou com um foco num desses setores específicos através de atividades a montante ou jusante na cadeia de valor. Além disso, para limitar a localização, no País de Gales, há várias áreas que apresentam concentrações de empresas de produção de TV, em grande parte baseadas em satélites dos estúdios de produção da BBC, a ser consolidados com a Drama Village, onde Cardiff é a mais prevalente.

Cardiff, como autarquia local, tem a maior saturação de emprego da indústria criativa no País de Gales, cerca de 4,6% (Cardiff Council, 2009). Mesmo com essa saturação, Gwynedd, no noroeste do País de Gales, também tem um cluster de TV em expansão. O interior de Cardiff, South Wales Valleys, tende a ter maus desempenhos em termos de indústrias criativas. No entanto, apesar do baixo número de empresas, mais de 30% dos trabalhadores na sede da BBC no País de Gales situada em Llandaff, são originários desta região (PWC, 2009).
O cluster de produção de TV pode ser atribuído à presença de grandes emissoras, como S4C, BBC Gales, ITV Gales, bem como o estatuto da cidade como a capital do país (Cardiff Council, 2006, 2009). A indústria de TV emprega 3.800 pessoas em Cardiff, e a BBC que emprega diretamente 1.226 (período integral e parcial) (Cardiff 2009, a BBC (B), 2010). Fora das grandes redes, Cardiff tem um setor de TV a crescer independente com cerca de 200 empresas, liderado pelo Boomerang, Green Bay Productions e Calon TV (Cardiff Council, 2006, 2009). O setor de TV independente por si só torna-se quase 7% das empresas criativas, em Cardiff, enquanto 28% dos trabalhadores nas indústrias criativas são empregados na produção de TV (Skillset, 2009, Entrevista a Cardiff Council, 2009).

A relação entre emprego e as empresas é característica da maior indústria de TV britânico. Um estudo recente concluiu que 24% das empresas criativas, em Cardiff tinha apenas um membro do pessoal de tempo integral (Cardiff Council, 2009). Consequentemente, um grande número destas empresas usa freelancers para se manterem competitivas, mantendo seus direitos de propriedade intelectual. Tendo poucas grandes empresas que têm um grande número de empregados e muitas empresas pequenas que têm um número pequeno de funcionários fica evidenciado que as empresas de TV em Cardiff funcionam de forma semelhante à dinâmica do Reino Unido. Além disso, as empresas de média digital, focadas neste trabalho, beneficiam de spill-overs de conhecimento da base tecnológica entre a TV e as empresas de média digital devido à ênfase em métodos inovadores de divulgação de conteúdo (ex. iPlayer).

“Nós somos uma espécie de negócio de base tecnológica, seja em termos de processos, ou em produtos (…) e os produtos realmente permitem um conteúdo diferente para atingir o público de uma maneira diferente, se é a televisão tradicional ou assistir no computador, ou assistindo no i-phone, ou seja o que for.” (BBC do País de Gales, 2010)

“A área mais óbvia é todo o setor de média digital, por isso remete à produção de televisão e todo o tipo de envolvimento em torno de serviços que suportam um setor como esse, por isso a importância da BBC e S4C, isso é um importante trunfo de Cardiff. E você tem um monte destes serviços, uma espécie de novas empresas de média em torno desse cluster, que são realmente é a finalidade do digital e o espectro das indústrias criativas.” (Cardiff Council, 2009)

“(…) através de tecnologia acabámos com conteúdos fragmentados, portanto, o conteúdo já não é o principal lugar onde os consumidores têm ... o conteúdo não é mais televisão.” (WAG, 2009)

O crescimento da Baía de Cardiff como um hub para a criatividade dentro de Cardiff é o resultado da regeneração. No entanto, existem dois pontos a esclarecer: (1) Cardiff Bay tem algumas empresas de TV, mas existem outros locais dentro da área de Cardiff, que são maiores em termos de tamanho e têm uma população mais concentrada dessas empresas e (2) as empresas criativas (incluindo TV) na Baía atribuem a sua escolha de localização aos custos menores do aluguer de escritórios uma vez que encontram baixos níveis de apoio às PMEs, e oportunidades baixas de colaboração na Baía (entrevistas, 2010).

“Eu estava tentando descobrir porque as empresas estavam localizadas onde estavam na Baía de Cardiff. E muitas delas, obviamente, relacionadas com as indústrias criativas e não com as áreas decadentes, muito devido à flexibilidade e ao baixo preço dos lugares”. (Cardiff Council, 2009)

Enquanto o planeado BBC Drama Village é esperado para mudar essa situação, como discutido mais adiante, a compreensão do espaço criado para as empresas criativas através da regeneração será tratado de seguida.

2.4.Apoio à Criatividade em Cardiff

Existe um sistema regional de inovação em Cardiff, que se estende até a Baía de Cardiff, que pode apoiar as indústrias criativas, mas as PME mais criativas são necessárias pela capacidade de absorção dos graduados que empregam. Este sistema é amplamente assegurado por meios financeiros do WAG, que tem instalações no centro da cidade e da baía. Cardiff, devido ao facto de ser a capital do país, oferece apoio, financiamento e estratégias para as indústrias criativas para todas as empresas do País de Gales. Muitas de suas estratégias (A Estratégia de Cultura do País de Gales - Creative Future, 2002, a Estratégia para as Indústrias Criativas no País de Gales, 2004) focam Cardiff com espacial atenção, devido à densidade de indústrias criativas na região. Embora o WAG ofereça financiamento para as autarquias locais em qualquer jurisdição, Cardiff, agrega um número significativo de agências criadas especificamente para as indústrias criativas na região (Entrevista a Cardiff Council, 2009). Essas agências são:

- Finance Wales (investimentos e propriedade intelectual baseados em criatividade)

- Creative Business Wales

- Conselho das Artes do País de Gales

- @Wales Incubator

De acordo com o WAG, o âmbito do trabalho das agências é o desenvolvimento regional para todas as indústrias criativas. Os principais escritórios do WAG estão localizados em Cathays Park, próximos à Universidade de Cardiff, do Colégio de Música e Drama, da University of Wales Institute Cardiff (UWIC) e da Universidade de Glamorgan Atrium, e também na Baía de Cardiff. Há também outras infraestruturas académicas e privadas, localizadas na região, tais como: a Escola de Newport de Arte, Média & Design, e os Estúdios Valleywood. A proximidade das empresas ao governo e universidade é ilustrado no Mapa 2. Os círculos roxos descrevem a área considerada a Baía de Cardiff.